Garúa

05.12.2011 18:39

Garúa                                           Tango 1943          Música: Aníbal Troilo  Letra: Enrique Cadícamo

¡Qué noche llena de hastío y de frío!
El viento trae un extraño lamento.
¡Parece un pozo de sombras la noche
y yo en la sombra camino muy lento.!
Mientras tanto la garúa
se acentúa
con sus púas
en mi corazón...
En esta noche tan fría y tan mía
pensando siempre en lo mismo me abismo
y aunque quiera arrancarla,
desecharla
y olvidarla
la recuerdo más.
¡Garúa!
Solo y triste por la acera
va este corazón transido
con tristeza de tapera.
Sintiendo tu hielo,
porque aquella, con su olvido,
hoy le ha abierto una gotera.
¡Perdido!
Como un duende que en la sombra
más la busca y más la nombra...

Garúa... tristeza...
¡Hasta el cielo se ha puesto a llorar!
¡Qué noche llena de hastío y de frío!
No se ve a nadie cruzar por la esquina.
Sobre la calle, la hilera de focos
lustra el asfalto con luz mortecina.
Y yo voy, como un descarte,
siempre solo,
siempre aparte,
recordándote.
Las gotas caen en el charco de mi alma
hasta los huesos calados y helados
y humillando este tormento
todavía pasa el viento
empujándome.

Che notte piena di disgusto e di freddo!
Il vento porta uno strano lamento.
Pare un pozzo d’ombre la notte
e io nell’ombra cammino molto lento!
Intanto la pioggerellina
si accentua
con le sue spine
nel mio cuore…
In questa notte tanto fredda e tanto mia
pensando sempre alla stessa cosa mi inabisso
e per quanto voglia strapparla,
buttarla
e dimenticarla
la ricordo di più.
Pioggerellina!
Solo e triste per il marciapiede
va questo cuore in rovina
con la tristezza di un rudere.
Sentendo il tuo gelo,
perché quella, con il suo oblio,
oggi gli ha aperto una crepa.
Perduto!
Come un fantasma che nell’ombra
più la cerca e più la nomina…

Pioggerellina… tristezza…
Perfino il cielo si è messo a piangere!
Che notte piena di disgusto e di freddo!
Non si vede nessuno incrociare l’angolo.
Sulla strada la fila di lampioni
lucida l’asfalto con luce funerea.
E io vado, come un rifiuto,
sempre solo,
sempre in disparte,
ricordandoti.
Le gocce cadono nel pozzo della mia anima
fino alle ossa inzuppate e gelate
e umiliando questo tormento
persino il vento arriva
spingendomi.